
Según el “Worldwide Quarterly Enterprise Infrastructure Tracker: Buyer and Cloud Deployment” de International Data Corporation (IDC), el gasto en productos de infraestructura de computación y almacenamiento para la infraestructura en la nube, incluidos los entornos dedicados y compartidos, aumentó un 6,6% interanual en el tercer trimestre de 2021, llegando a US$18.600 millones. Para 2022, en tanto, la consultora prevé que el gasto en infraestructura cloud crezca un 8,3% en comparación con 2020, hasta alcanzar los US$71.800 millones. Son cifras decidoras de una tendencia que hace años se viene marcando: el camino constante y creciente de las organizaciones a la nube.
En este contexto, para aprovechar al máximo la cartera de aplicaciones y beneficiarse de la innovación que impulsará el negocio, ya no solo basta con una nube, se requiere contar con múltiples nubes, donde cada proveedor ofrece servicios y ventajas exclusivos con matices respecto a las prestaciones de innovación.
Asimismo, es un escenario que también suma nuevas complejidades, y es que con cada nube que se añade a la “ecuación”, el modelo operativo se vuelve más complejo:
- Se incrementan los costos operativos.
- Se ponen en riesgo la reputación y las operaciones.
- Se saca poco partido a unos recursos que resultan escasos
En este sentido, los profesionales a cargo de la arquitectura TI desempeñan un papel fundamental a la hora de ayudar a la organización a lograr el estado ideal en la modernización de aplicaciones en entornos multinube.
Cómo diseñar este nuevo ambiente multicloud
Ante cualquier combinación de nubes, nuestro partner VMware recomienda a los arquitectos TI centrarse en cinco principios básicos:
- Integrar la flexibilidad: Diseña un entorno que aumente la agilidad empresarial permitiendo que cada aplicación se implemente en la nube que mejor satisfaga sus necesidades.
- Evolucionar sin trabas: Diseña un entorno que reduzca los costos permitiendo trasladar aplicaciones de un entorno a otro sin necesidad de refactorizarlas.
- Buscar la sencillez operativa: Diseña un entorno que reduzca la complejidad y mejore la seguridad gracias al uso de un modelo operativo unificado.
- Optimizar los recursos al máximo: Diseña un entorno que minimice las curvas de aprendizaje al garantizar el aprovechamiento de los conocimientos, tanto para desarrolladores como para operadores de TI.
- Maximizar las inversiones en automatización: Diseña un entorno que permita aplicar escalabilidad vertical a la automatización de todo el abanico de operaciones.
Lograr ese estado ideal, con gestión y operaciones coherentes en cualquier nube, requiere reflexionar sobre cómo se diseñan las plataformas. Hoy, las nubes públicas existen como silos integrados verticalmente pero poco compatibles con la interoperabilidad entre entornos de nube distintos. Lo que se necesita es un enfoque que proporcione un conjunto de prestaciones horizontales que contribuyan a unificar las operaciones multinube.